El m-commerce es el tipo de comercio electrónico que emplea dispositivos móviles (smartphones o tablets) para transacciones de compra y venta de productos o servicios, ya sea mediante una app específica o desde el navegador del propio dispositivo.
Los teléfonos móviles son indispensables en la actualidad y es cada vez más habitual realizar todo tipo de actividades desde estos aparatos. Ya no es suficiente con tener una tienda online. Las empresas que quieren mantenerse competitivas deben ofrecer una experiencia de compra óptima diseñada para smartphones, y la logística debe estar a la altura.
Los principales canales de venta m-commerce son: webs con un diseño optimizado para móviles, marketplaces y webs de terceros que ya están perfectamente integrados en el ecosistema móvil y aplicaciones web para móvil propias de las tiendas.
Las campañas de marketing de m-commerce están dirigidas a usuarios que compran desde el móvil y se lanzan a través de este canal. Por ejemplo, mediante mensajes SMS o publicidad segmentada que solo será visualizada cuando el usuario se conecte desde un dispositivo móvil.
La popularidad de los smartphones en todos los segmentos de población y la consolidación de la tecnología 5G, abren la puerta a una mayor presencia del comercio móvil entre las ventas m-commerce.
La principal diferencia es el dispositivo desde donde se lleva a cabo el proceso de compra online: en el m-commerce la venta se produce a través del móvil o tablet, lo que, por ejemplo, facilita la geolocalización de los usuarios.
El uso de un dispositivo móvil también permite acciones de comunicación con el cliente final más directas como notificaciones push (mensajes enviados de forma directa de un servidor a dispositivos móviles) en forma de alertas o recomendaciones de producto con base al historial de búsqueda de cada cliente.
Los desafíos logísticos del comercio móvil guardan una estrecha relación con los que plantea el auge del comercio electrónico:
La gestión manual de la mercancía ha dejado de ser suficiente para articular la logística de las compañías con transacciones m-commerce. Implementar un software que automatice el control del stock y organice el funcionamiento de uno o más almacenes de la empresa, entre muchas otras funcionalidades, se convierte en una necesidad.
Un software de gestión de almacenes (SGA) sincroniza el catálogo digital en los diferentes puntos de venta online (apps, plataformas e-commerce o marketplaces) con las existencias físicas del almacén. Esta funcionalidad avanzada evita que los usuarios realicen pedidos de productos que se encuentran fuera de stock.
El comercio móvil es un paso más en la revolución que ha causado la consolidación del comercio electrónico en el almacén tradicional. Hoy en día para ser competitivo no basta solo con disponer de una web, sino que hay que asegurar que la experiencia de compra desde el móvil sea óptima y que su posterior gestión logística sea lo más satisfactoria posible.
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